Extraño, ¿no? Pocas veces hago fotos sin un sujeto humano y no hago fotografía arquitectónica o minimalista. Ese día, o más bien en ese momento, me di cuenta de que el ángulo de la luz era casi el mismo que la pendiente de la escalera, los escalones estaban en la sombra, los rellanos en la luz. Al inclinar la cámara, las rampas se convierten en setos y hacen más compleja la lectura de la foto.
Estas son las escaleras de la Biblioteca François Mitterrand, en el lado frente al Sena, tomadas desde la pasarela Simone de Beauvoir.
Abstracción
